Estrés animal en entornos de producción ganadera

El estrés es parte natural y normal de la vida de todos los organismos y no necesariamente malo, cada especie ha desarrollado distintos sistemas para combatirlo y superarlo, tanto así que el humano llega a buscar el estrés deliberadamente para obtener las respuestas biológicas que derivan del estrés, por ejemplo, esquiar, aventarse de un paracaídas o ser piloto de carreras activa mecanismos de recompensa debido al estrés al que sometemos al cuerpo. Sin embargo, mucho estrés puede afectar el rendimiento de una persona y llegar a ser letal. Este efecto, es el mismo en varios animales, las técnicas intensivas de ganadería y muchas veces el mal manejo agregan demasiado estrés al animal, el cual puede generar efectos como pérdida de peso, baja fertilidad y aumento en mortalidad.

El término estrés se usa en varios contextos y su definición varía dependiendo del mismo, generalmente, se describe como la respuesta biológica generada por el organismo ante una amenaza percibida a su homeostasis. El estrés en la crianza de animales domésticos es inevitable, pero se debe controlar a un nivel que no tenga un impacto en las capacidades biológicas del animal, por ejemplo, que afecte su capacidad inmunológica, metabólica, hormonal o reproductiva; a este tipo de estrés se le llama estrés subclínico.

El estrés puede suprimir el sistema inmune dando lugar a que patógenos oportunistas invadan al organismo, por ejemplo, el estrés por el transporte causa neumonía debido al virus-1 del herpes bovino en becerros, ganado de engorda y ganado de exportación. El estrés por mal manejo genera mastitis clínica en vacas lecheras y el estrés por destete en varias especies sube el riesgo de distintas infecciones gastrointestinales.

Por otro lado, el estrés puede generar desbalances metabólicos, el calor genera especies reactivas de oxígeno (ROS por sus siglas en inglés) que se acumulan dentro del organismo y dañan distintas moléculas como proteínas, lípidos y ADN, esto puede tener resultados dramáticos en la reducción de ingesta de alimento, motilidad intestinal y desbalance ruminal.

Debido al gran impacto que puede tener el estrés, las buenas prácticas de manejo y adecuación de instalaciones para los animales, acompañado de aditivos especializados y moduladores metabólicos pueden ser de gran utilidad en el control y mitigación de los distintos tipos de estrés de los cuales hablaremos próximamente dentro de este blog.

(ASRES; AMHA, 2014)

(MOBERG; MENCH, 2000)

Bibliografía

ASRES, A.; AMHA, N. Effect of stress on animal health: a review. Journal of Biology, Agriculture and Healthcare, 4, n. 27, p. 116-121, 2014.

MOBERG, G.; MENCH, J. A. Biology of Animal Stress : Basic Principles and Implications for Animal Welfare. Wallingford, UNITED KINGDOM: CABI, 2000. 9780851999302.

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