La producción de animales para el consumo tiene varios puntos críticos que necesitan ser tomados en cuenta, entre ellos la posibilidad de que contraigan algún tipo de virus o bacterias que afecten la salud de los animales y por ende su crecimiento y la producción final.
El que los animales se enfermen trae consigo varias problemáticas, ya que existen diferentes regulaciones que se necesitan cumplir para tratar o prevenir los virus o bacterias para que sigan siendo aptos para el consumo. Tal es el caso de las normativas de los antibióticos en la Unión Europea.
Aquí es donde entran los inmunomoduladores, los cuales son una alternativa a los antibióticos y pueden ser usados para prevenir o tratar virus o bacterias de forma eficaz, al mismo tiempo que aportan al desarrollo del animal.
Entendiendo qué son los inmunomoduladores y sus propiedades
Los inmunomoduladores son como un elemento clave para el tratamiento o prevención de enfermedades de origen viral y bacteriano sin afectar los parámetros productivos. Su efecto directo e indirecto sobre patógenos le permite mejorar la inmunidad de los animales y promover una buena salud intestinal.
El uso del producto logra bajar la tasa de mortalidad y morbilidad de los animales de granja ante altos desafíos sanitarios. Además, los inmunomoduladores pueden ser utilizados de forma preventiva, aumentando los títulos de anticuerpo tras la vacunación y logrando mejores en desempeño.
Entre los diversos tipos de inmunomoduladores podemos destacar los alfa-monoglicéridos, una clase compuestos conocidos por su efecto antimicrobiano, creados por la unión de un ácido grasos a la posición sn1 del glicerol a través de un enlace éster y.
De los beneficios que se pueden obtener de estos inmunomoduladores es que son pH independientes, no son volátiles, no son corrosivos y son estables al calor.
Soluciones de la inmunomodalidad
Los tratamientos con base de inmunomoduladores para contrarrestar o prevenir enfermedades virales y bacterianas sin duda ayudan a no tener repercusión en la producción de animales, no afecta su desarrollo, sino que aporta a él, teniendo como resultado una mejora en los parámetros productivos de los animales.
C12: Es efectivo contra bacterias de Gram-positivas y virus con envoltura lipídica. Mejora el sistema de defensa natural de los animales al aumentar su título de anticuerpos promoviendo que tengan un sistema inmunológico activo fuerte.
GUT BALANCE: Es efectivo para el control de bacterias de Gram positivo y negativo al estar compuesto por diferentes tipos de glicéridos, los cuales tienen un efecto selectivo de inhibición de patógenos concretos.